“Estar un fin de semana en el club es algo muy disfrutable”
Willie Shaw, como sucede en muchísimas familias de la comunidad del colegio y del club, es hijo de un ex alumno del Stella Maris, allí fue donde estudió y es el colegio donde hoy se están formando sus dos hijos (como seguramente sucederá con el tercero, que está en camino). “Mi viejo (Guillermo Shaw) llegó a ir al colegio antes de que se mudara, es de la generación ‘55”, recordó Willie, quien por su parte integra la generación ‘80. Hoy el de Willie es un buen ejemplo de cómo el vínculo con el colegio y su comunidad se extiende no solo en los primeros años defendiendo al Old Christians Club, en un segmento más competitivo, sino después, cuando llega la etapa del “papi” donde se quiere ganar, por supuesto, pero con otros objetivos prioritarios, como pasarlo bien haciendo deporte y disfrutando de ser parte de la gran familia del Christians.
Durante los años de estudio Willie Shaw jugó en el colegio al fútbol y al rugby, pero ya en la etapa liceal, a los 13 y 14 años, se inclinó por el rugby, deporte que practicó allí y posteriormente en el club hasta los 25 o 26 años, según recordó en el diálogo que tuvo con la revista del OCC.
Entonces, “dejé de hacer deporte por un tiempo, pero hace un par de años retomé y este es el segundo año en el que estoy en el papi fútbol, algo que me pareció una buena manera de recuperar la actividad deportiva y mantener todo eso tan lindo que es participar en las cosas del club”, comentó.
Consultado sobre el motivo de esa decisión, dijo que hubo varios factores. Uno de ellos, obviamente, es el beneficio que en todo sentido proporciona hacer deporte, mantenerse activo. Otro, fundamental según señaló, es que “lo social, porque siempre me gustó estar involucrado, dar una mano en algo, participar en la vida del club. Estuvo mucho tiempo por fuera, pero bueno, al regresar al colegio por los chicos (junto a Lucía Martínez son padres de Bautista y Santiago y está en camino un tercer hijo ‘con grandes chances que se llame Manuel’) me picó de nuevo ese bichito y por suerte me enganché y lo estoy disfrutando mucho, el ir los fines de semana al club es algo muy valioso para todos nosotros”.
Un cambio impresionante
A propósito, “estar un fin de semana en el club es algo muy disfrutable, especialmente ahora que hubo un cambio tan impresionante, siempre fue lindo para nosotros estar en el club, pero ahora eso creció porque realmente tiene una vida importante, con mucha actividad, con tanta gente y tantas familias, gente de toda edad, diversas generaciones juntas, porque hay distintos deportes con un montón de categorías que hacen que de una u otra manera todos podamos encontrar un lugar”.
“Hoy vas un domingo, haces deporte o ves deporte, compartís, lo haces vos o por tus hijos y cuando terminas podes tomar una cerveza, comer una milanesa, quedarte compartiendo cosas de la vida… antes no, no había tanta infraestructura ni actividades y bueno, ibas, jugabas y te ibas, hoy podes quedarte y en realidad no dan ganas de irte”, expresó.
Willie subrayó, al respecto, que el crecimiento fue a todo nivel, “porque uno está en el papi fútbol pero hay papi basket y fijate que las chicas y las mujeres ganaron sus buenos espacios, está el hockey que anda muy bien, hay mami hockey, también fútbol de damas en distintas categorías… todo eso nos hizo bien a todos, es un gran crecimiento a todo nivel”.
Sobre su presencia en el +35 del papi fútbol, dijo que justo es una categoría en la que estaban participando, cuando se integró, muchos compañeros que no fueron alumnos del colegio, pero igual se integró en un grupo muy bueno.
“Además, obviamente, a mi edad ya no era una opción jugar al rugby, a esta altura no es sencillo por un tema físico, por la exigencia del deporte en ese sentido, entonces estaba el fútbol que lo jugué toda la vida y me gusta y me enganché por ese lado”, comentó.
Añadió que “igual, en realidad, lo que más me motivó no es tanto el tema de jugar, de competir, sino el estar en interacción con la gente, con los compañeros, el redescubrir el gusto ese de armar el bolsito los domingos e ir a una cancha y pasar un buen rato con mis hijos afuera de casa”.
“Me voy con los dos nenes, te ven jugar que a ellos les gusta, les das ese ejemplo de mantenerte activo haciendo deporte y compartiendo, ellos pueden jugar con los nenes de otros compañeros… es muy positivo todo eso”, dijo Willie.
“Terrible equipo”
Consultado sobre cómo (a inicios de junio, cuando se concretó el diálago) se está desarrollando lo deportivo con el equipo +35, respondió: “venimos bastante bien, estamos en la parte arriba de la tabla, creo que terceros. Perdimos un par de partidos, pero bueno, creo que tenemos terrible equipo, sobre todo cuando vamos todos”.
Otro aspecto que destacó Willie es que “yo soy de la escuela del rugby, donde se hace deporte siendo exigente, porque se quiere ganar, pero respetando al rival, respetando al juez, no discutiendo las decisiones, soy de esa escuela y claro que me parece que es lo mejor, no se insulta. En el fútbol veo mucho que se discute, se insulta, se confronta… siempre digo un poco en broma, pero bastante en serio, que el fútbol es un asco, la gente se tira, hace bulla, discute… yo voy a divertirme y quiero estar bien lejos de cualquier lío o problema”.
En ese sentido, remarcó, “la ventaja del ambiente del papi fútbol es que somos todos padres y con el objetivo de disfrutar, no tanto de ir a ganar o ganar aunque claro que queremos ganar, pero no a costa de cualquier cosa”.
Contagiar el espíritu tomado del rugby, los valores que ese deporte genuino del Christians, es para Willie, en cierto modo, un deber y lo hace de muy buena gana.
Que se arrime más gente…
Otro aspecto que manejó, sobre el papi fútbol, es que “se necesita que se arrime más gente, mucha más, para que se pueda armar otro equipo y tener dos para jugar, para que todos podamos participar, tener dos categorías por el mismo colegio, eso se puede hacer perfectamente y es una idea, en vez de tener un cuadro de 35 jugadores tener dos con un poco menos en cada uno y que todos podamos jugar un poco más y que no se le de lugar a esa pereza que aparece cuando vas y no tenemos minutos”.

Un sentimiento original que hay que defender día a día
Willie Shaw dijo que “todos los que estuvimos allegados al colegio tenemos un sentimiento respecto al club que es lo que yo trato de transmitir a toda la gente que no es original del colegio”.
Comentó que, “a veces, esa gente, no por maldad claro, no entiende algunas filosofías o políticas del colegio y por supuesto del club. Es gente que no sabe, y no tiene por qué saberlo hasta que se integra y nos va conociendo, que este club se formó a pulmón, de la nada, con tremendo esfuerzo, por eso mismo involucra el ser parte del mismo un sentimiento que no es el que se genera cuando uno se hace socio de cualquier club, va más allá de eso”.
“Esto fue y es una asociación de amigos que se juntó y junta para llevar adelante a un club especial, distinto, no es un club al que le tengamos que exigir servicios, por ejemplo”, añadió.
De todos modos, dijo Shaw, “el que conoció a este club hace algunos años y lo ve ahora comprueba rápidamente que creció de una forma tremenda y tiene una infraestructura espectacular, de primerísimo nivel. Eso no tiene nombre, pero queremos siempre dejar en claro lo de aquella hermandad, lo que significa y el por qué de aquel sentimiento y por suerte estamos avanzando mucho en eso con la gente que no salió del colegio y pasa en cada uno de los equipos y planteles, en algo que nos tiene por supuesto muy entusiasmados”.